lunes, 14 de septiembre de 2015

Low cost: el reclamo perfecto, en momentos como este, en que el dinero escasea. Pero siendo conscientes y actuando con inteligencia, lo más importante en situaciones de emergencia como esta, lo que debemos hacer es pensar en el pequeño comercio de nuestra ciudad e intentar promocionarlo, para que a su vez ellos puedan hacer lo mismo. De esa manera, haremos que el dinero circule y reactivaremos la economía.
Todos necesitamos imperiosamente el dinero para comprar y a su vez, donde tu lo gastes permitirás que ellos ganen y a su vez puedan gastar y la cadena que se genera, hará que todos disfrutemos de los beneficios.
Yo tengo un ejemplo personal que ratifica lo que expongo. Buscaba un juego de ordenador y en unos grandes almacenes (todos sabemos a cual me refiero), tenían un precio y en un pequeño comercio de mi ciudad, algo mas caro. Púes bien, yo decidí comprarlo en este último, para “hacer patria”. Le comente al dueño lo que me había pasado y que aunque algo mas caro, había decidido comprarlo ahí. Pues bien, además de agradecérmelo (la compra y la información) rebajó el precio al mismo que tenía en los grandes almacenes. En resumidas cuentas que me costó igual y dejé el dinero en ese comercio que es “nuestro”. Esto es algo de lo que podemos hacer.
Los libros, tienen un precio impuesto por la propia editorial y su precio es igual en todas partes. En una librería “nuestra” en la avenida de Santa Marina, nº 5, además de una atención exquisita, te localizan si no tienen en ese momento el texto que necesitas, te avisan cuando llega y te recomiendan que libro regalar a esa persona determinada si no lo tienes tu muy claro. Además, mantienen 3 ó 4 puestos de trabajo en nuestra ciudad, que es de lo que se trata.

Mimemos a nuestros comerciantes y todos saldremos beneficiados y en estos momento, no hay nada más interesante que la palabra “beneficio”

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