miércoles, 10 de septiembre de 2014

Sentido común: para cualquier faceta de la vida, es imprescindible.
Esto, trasladado al ambiente familiar, tiene un objetivo propio: “los hijos”. Planteemosnos, no de donde venimos, sino a donde vamos. El planeta, que nos acoge, está en declive (demostrado científicamente), superpoblación, hambrunas, materias primas escasas y en manos de especuladores, cambio climático, etc.        ¿Que futuro vamos a dejar a nuestros hijos? Esta situación es general, para ricos y pobres, pero ¿ y si nos fijamos exclusivamente en el tema económico?  Mis creencias religiosas, que son mas bien dudosas, me llevan a pensar que esto que vivimos, lejos de ser “un valle de lágrimas”, debe ser una lucha por “el bien estar”. La vida, está para vivirla bien y en los tiempos que corren, para esto, hace falta algo en la actualidad bastante escaso: DINERO Si no puedes proporcionarles a tus hijos una situación placentera, mejor no los tengas. ¿Alguien estaría dispuesto a entrar en una cueva, sabiendo de antemano que puedes encontrar culebras, leones y todo tipo de animales que atentarán contra tu integridad física? Pues salvando las distancias, esto es lo que le ofreceríamos a nuestros hijos, al preguntarles  si querrían ó no nacer. En toda vida, surgen problemas, no existe el “bien-estar” 100%, pero si la economía es solvente,  conseguimos al final una preocupación menos.
Y si nos planteamos la vida familiar desde el punto de vista laboral, eso también asusta. En esta sociedad que hemos creado, si no entran dos sueldos en casa, no se puede funcionar. Solo los muy potentes, se permiten el lujo de tener a alguien en casa todo el día, que se encargue de los niños. Pero la mayoría, debe contar con el resto de la familia, en muchos casos, para dejarles “sus responsabilidades”  medio dormidas y al punto de la mañana, para que las lleven al colegio, les den la comida y hasta la merienda. Con lo cual, ni los padres disfrutan de sus hijos, ni viceversa. Si todo esto no nos hace reflexionar, la situación, nos llega a parecer normal y está muy lejos de serlo.

Si se tienen hijos, hay que hacerles disfrutar de la vida, darles cariño, protección, transmisión de valorés una buena situación (en el mas amplio sentido de la palabra) Si no es así, traer seres a este mundo, para no garantizarles todo eso, creo que no merece la pena. La vida les dará en la cara con seguridad en algún momento, aunque todo vaya bien, pero si encima va mal…. Sin unas mínimas garantías de un futuro prometedor, no deberíamos seguir súper-poblando el planeta. Esto no tiene buena pinta y los que ya estamos aquí, debemos afrontarlo, pero como regalo para alguien que acaba de llegar, no creo que sea precisamente un caramelo. 

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