Hay cosas,
que si no se publicitaran, no se sabrían. Si solo sirven para producir
indignación… pero a lo mejor tanto va el cántaro a la fuente…
El
embajador de Francia en Nueva York, busca residencia. Se ha decidido por un
“apartamento” (los americanos tienen un concepto muy diferente al nuestro, para
calificar determinados espacios), de 18 habitaciones en Maniatan, por un precio
de alquiler de 5.000000 de € (espero que anuales ¡que ya está bien!), pagados a
cargo del estado francés.
Si una
empresa privada, decide alquilar para sus empleados un piso de esas
características, sabrá como y por que lo hace. Pero cuando se trata de dinero
público, deberían cortarse un poquito. Esos impuestos, deberían destinarse a
ayudar a los mas desfavorecidos, (que seguro que en nuestro país vecino también
los hay), personas que no tienen un techo sobre sus cabezas y a los que los
gobiernos se niegan a ayudar, “porque no hay dinero”. Esto no tiene ni sentido
ni lógica, pero mientras nos limitemos a comentar sus “barrabasadas” y
admitirlas sin contestar,” ellos a lo suyo”
Otra
historia para no dormir: el obelisco de Madrid, regalo de Bankia a la ciudad,
costó 14.000.000 de € (obra del arquitecto Calatrava, tristemente en boca de
muchos últimamente). Hoy su valor es de 100.000 € y su mantenimiento le cuesta
al ayuntamiento de Madrid, 150.000€/año.
Si todo
esto no se supiera, habría menos motivos de indignación, que es lo único que
nos provoca ¿ó no?
Pulseras y
pendientes de fieltro, muy aparentes, para complementos de invierno. Son restos
de aquella tienda que tuve y comenté en su día.
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