sábado, 20 de junio de 2015

Mi visión del mundo en que vivo (no me quiero engañar), ha variado mucho desde que me he acercado a este tipo de sociedad, en que somos prácticamente invisibles. Por eso creo, que no tiene ni mérito ni gracia, en que ahora sea capaz de fijarme en los mas desfavorecidos y valore mucho mas, a personas profesionales de éxito, no se dediquen solo a compartir su dinero (como hacen muchos famosos a través de fundaciones, que además desgravan) sino que se implican de verdad, luchando por los derechos de muchos ciudadanos, que por no tener nada, no tienen ni derechos. Estas personas, si son admirables y a ellas va dirigido este escrito. Deberíamos valorar esta labor, en muchos casos anónima, por encima de otras muchas que por su brillantez social, nos impiden ver las que de verdad importan

Todo lo expuesto, nos lleva a pensar en el tipo de políticos que nos han tocado en suerte y no me refiero solo a los españoles. Creo que esta pobreza intelectual de los que nos gobiernan, está extendida a todo el planeta. Su trabajo, debería ir en función del interés y bien estar del ciudadano, pero ó no saben hacerlo, ó no les interesa porque a costa de que los mas carezcan de todo, ellos no carecen de nada. Se que esto suena a pura demagogia, pero hablo por mi misma y como han cambiado mis sentimientos a lo largo de esta maldita crisis. Ahora soy capaz de alegrarme de alguna buena nueva de personas que (seré imbecil) pensaba que estaban por debajo de mi (¿que me creía?) y a la vez indignarme por los que sufren injustamente y ser consciente de que su educación no es igual a la mía, no es porque sean distintos, sino porque la vida no le ha dado la oportunidad de adquirirla. Todo esto, me ha costado, ya lo creo, pero al final, es lo único que en estos momentos, para mi bastante amargos, me complace un poquitín. El saberme más empática y respetuosa con los demás.

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