sábado, 20 de junio de 2015

¡Todo tiene un precio!
Para que seamos capaces de pensar en lo bien que nos quedaría tal ó cual cosa, debemos ser conscientes  de lo negativo de esta vida.
Hemos desarrollado el cerebro, por encima de otros animales,  eso nos conduce a pensar y creo que eso no siempre es bueno. ¿De donde venimos? ¿A dónde vamos? Esto solo se lo plantea “el animal humano” y ¿hasta que punto eso es bueno? Nuestra vida, al fin y al cabo, termina como todo en la naturaleza, pero en medio, hay una consciencia y hasta una conciencia, que nos condiciona en muchos casos, para ser felices
 El miedo a la muerte, la ética, los sistemas financieros, la necesidad del dinero etc., todo es potestativo del “animal humano”, que nada tiene que ver con el instinto de supervivencia del resto del reino animal y que es de lo que se trata, al fin y al cabo.

Pero esto último, que es en lo que se resume todo y que en apariencia es natural, en el ser humano, se complica mucho, por esa pequeña porción de cerebro que nos dio por desarrollar y que en ocasiones nos hace disfrutar y otras sufrir.¿ Compensa? Muy discutible por subjetivo. Cada persona es un mundo y no creo que se deba generalizar. Pero si podemos decir, que todo está en esa pequeña materia gris. Si te hundes, es debido al cerebro y si en algún momento consigues remontar y verlo todo con optimismo también se lo debemos a él. Yo personalmente, reniego de mi cerebro, porque creo que es el responsable del estado en que me encuentro ¡Deprimida! Ojalá pudiera prescindir de esa parte “racional” y vivir inconscientemente como cualquier ”animal irracional”

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