martes, 25 de agosto de 2015

Cuando un sevillano se quería hacer una casa, le decía a su arquitecto: “hágame usted un gran patio, unos buenos corredores y si espacio queda, me hace usted habitaciones”. Esto puede ser un símil de lo que ha pasado en Europa. Tanta fachada al exterior, que nos hemos quedado sin espacio, para atender a tantos emigrantes como están llegando. Porque no nos engañemos, esto es una invasión del mundo occidental en toda regla.
Primero me dió por pensar, que esta crisis era una tercera guerra mundial, sin armas ni sangre, capitaneada por Alemania (y que ésta por supuesto la iba a ganar ella. A la tercera va la vencida, ó eso dicen). Ahora y viendo lo que se nos está viniendo encima, creo (ojalá me equivoque) que nos están invadiendo estos países que a fuerza de ver “grandes patios y estupendos corredores” han pensado que tendríamos “habitaciones” de ese mismo calibre. Pero nada más lejos de la realidad. Todo fachada al exterior y poco para compartir. Esta situación, nos ha hecho ver lo que realmente se esconde tras tanta opulencia. Poco para nosotros y menos aún para ellos.

¿Triste? Por supuesto y decepcionante. Si tenemos en cuenta que nos creíamos en la cima de la civilización y nos hemos dado cuenta de que si rascamos un poquito en profundidad, llegamos enseguida al fondo de la más vil miseria. Esto es lo que hemos conseguido, tras años y años de avaricia y malas praxis. El tercer mundo y África en concreto, deslumbrado por lo que creyó (al igual que todos nosotros) que tras esos  grandes patios y enormes corredores había también habitaciones, se aventuró a su conquista. Y…ó gran decepción. Solo encontraron más maltrato, más hambre y más injusticia. ¿De verdad podemos dormir con esto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario