Hacerse mayor, no es ninguna bicoca, pero la alternativa, es aún peor. La vida va pasando y te das cuenta, cuando ya prácticamente ha pasado. En algunas ocasiones, (las menos desgraciadamente), has podido cumplir tus proyectos, pero en la mayoría, como el hombre propone y Dios o la propia vida dispone, se han frustrado, sin posibilidad de continuidad. Vivir, no es fácil y es en circunstancias como éstas, donde eres realmente consciente de ello
En estos momento, nosotros y especialmente nuestros hijos, estamos desclasados. En nuestra época, cuando se terminaba una carrera (la que elegías, porque no existía la selectividad), abrías una consulta, un estudio, un bufete y a trabajar. Ahora, da igual la profesión que hayas elegido, que debes trabajar (cuando encuentras trabajo) a las ordenes del capitalismo y lo que cuenta, si quieres ser”alguien”, es ganar mucho dinero, en un corto periodo de tiempo. Este es el estado de cosas, que van a heredar nuestros descendientes Imagino que nadie, en su sano juicio, estará de acuerdo, pero reconozcamos, que no se puede hacer nada al respecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario